jueves, mayo 25, 2006

¿Quién suplicará ahora en el ciberespacio?



A últimas fechas miles de usuarios de Internet han estado difundiendo el video de un niño llamado Edgar, de 11 años, quien en compañía de sus amigos grababa un video de piratas cerca de un río en Vallecito, Nuevo León.

El video ya le ha dado la vuelta a todo México, y ha causado diversas reacciones en el ámbito internacional. Hay gente que manifiesta que es de lo más gracioso que ha visto, mientras unos más opinan que no se puede estar uno divirtiendo a costa de las desgracias y abusos sobre otras personas.

Legiones de “admiradores” de este niño que fue víctima de maltrato por parte de sus amigos, ya han realizado algunos remixes al video, y creado música, como el de los Imperiales de Nuevo León, y de acuerdo a estadísticas el sitio You Tube, su video al día de hoy ya ha sido visto por casi 300 mil visitantes.

Hoy, Edgar no sólo tiene club de fans, ringtone, un ficticio “muñeco de acción” con el cual se invita a repetir el abuso, y hasta un ciberjuego, sino que incluso su vida cotidiana se ha visto alterada, pues los demás niños le piden autógrafos a la salida de la escuela, por ser una Estrella de Internet, como tituló una breve nota el diario Reforma el pasado 13 de mayo en su sección nacional.

Preocupa que tras la “gran fama” que ha adquirido este niño al ser grabado mientras abusaban de él - en algo que pudo ser más grave- ahora nuevos grupos de niños –incluso adolescentes o adultos- decidan hacer lo propio con sus amigos más vulnerables, con tal de que alcancen la miserable fama que hoy tiene Edgar.

Y aunque no se trata de lo mismo, basta recordar que en Europa por ejemplo, el fenómeno de los happy slaps se ha convertido en un gran peligro para los grupos más desvalidos, como son los inmigrantes o las personas más débiles o de menor aprecio social, tal como sucede con Edgar, quien tiene sobrepeso.

Lo de Edgar fue grabado con una videocámara, pero ahora ante su gran impacto mediático y tras la inundación de celulares con cámaras de video en México y gran parte del orbe, la pregunta que ahora surge es: ¿quién será el próximo en ser lanzado al ciberespacio en forma tan humillante?

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